Cambiamos de localización, ahora vamos a ver qué pasa en el castillo.
El
castillo era un hervidero de rumores desde que la princesa había decidido
pactar un tratado de paz con el pueblo oscuro.
Mucha
gente del reino estaba a favor, pero también había muchos en contra de la
decisión de la princesa.
-
Princesa, reconsiderad vuestra decisión. – Dijo el muchacho que caminaba junto
a la princesa.
La
muchacha se paró en seco y se giró hacia el chico.
-
Nirel, no voy a cambiar mi decisión. – Dijo Sophiria seriamente. – Estoy
cansada de la lucha entre los dos pueblos, ya se ha cobrado demasiadas muertes
a lo largo de la historia.
Nirel
se detuvo.
-
La mayoría han sido de nuestro bando. – Dijo Nirel con evidente ira en su voz y
sus ojos verdes. – Si hacemos un pacto con ellos estaremos perdonando a los
asesinos de nuestros seres queridos.
-
Y ellos estarían perdonando el cruel exterminio que nosotros hemos llevado a
cabo durante décadas. – Respondió Sophiria tajante.
Se
giró de nuevo y continuó su camino.
El
chico se quedó quieto observando cómo la delgada chica de pelo castaño claro se
alejaba caminando decidida.
-
Se arrepentirá de su decisión, princesa. – Murmuró el chico, comenzando a andar
siguiendo a la princesa.
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