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miércoles, 18 de abril de 2012

Estrellas gemelas 51


¡Sigo viva! Sé que he tardado mucho en reaparecer por aquí y que puede que muchos no recordéis lo que estaba pasando, pero aquí estoy de nuevo y vengo con un fragmento un poco más largo de Estrellas Gemelas. Sé que puede resultar un poco aburrido, pero leedlo, así es la política.

Sophiria entró en la sala del consejo y se dirigió hacia su asiento.

- Buenas tardes, señores, señora. – Saludó y se sentó.

Los cuatro hombres y la mujer del consejo se sentaron mientras Nirel se colocaba de pie tras Sophiria.

El consejo se había formado poco después de la muerte de los reyes con el objetivo de ayudar a la pequeña princesa a manejar los asuntos de los que se tenía que encargar el monarca del reino.

- Supongo que sabéis el porqué de esta reunión. – Comenzó la princesa. – Vamos a debatir sobre el tratado de paz con el pueblo oscuro.


- Princesa, ¿puedo comenzar? – Preguntó un hombre de pelo castaño, con una abundante barba que vestía ropajes de alta calidad.

- Adelante, Loiren. – Respondió la princesa sentándose.

El hombre se levantó. Era alto, fuerte, con porte de noble y de aspecto severo.

- Gracias, princesa. – Le dijo a la princesa, inclinando levemente la cabeza. Miró al resto del consejo y comenzó a hablar. – Como representante de la nobleza he hablado con las distintas familias nobles, pidiendo su opinión al respecto.

“Hay quienes se oponen por completo y quienes están a favor, pero hay muchos que aún no han decidido. Tienen dudas respecto a lo que podría significar firmar la paz con el pueblo oscuro. Como todos sabéis, muchos de los sirvientes de las familias nobles son del pueblo oscuro. Los nobles se preguntan qué se hará con respecto a dichos sirvientes.”
Sophiria respondió de inmediato, sabía que en algún momento de la reunión se hablaría del tema de los sirvientes.

- Los miembros del pueblo oscuro dejarán de ser sirvientes en este reino, se les tratará como al resto de habitantes. Es decir, dejarán de ser esclavos y tendrán los mismos derechos que el resto. Deberán recibir un salario, alojamiento y comida de forma similar al resto de los sirvientes, y, si lo desean, podrán dejar de trabajar para el noble al que sirven.

- Ya hay varios miembros del pueblo oscuro que son tratados así, por lo que para algunos no significará mucho cambio. – Concluyó Loiren. – Pero podemos llegar a tener problemas con algunas familias. Esos sirvientes que ahora no reciben salario y que no tienen derecho a quejarse dejarán de ser económicos y manejables.

- Esas familias estarán en contra, princesa. – Resumió Nirel desde detrás de la princesa.

- Lo sé, Nirel. Podrían intentar revelarse. – Dijo Sophiria pensativa.

- El poder militar que unas cuantas familias nobles pueden reunir no se puede comparar al que posee el palacio. – Interrumpió Serian. – No se atreverán a enfrentaros, princesa.

- Soy consciente de ello, pero las enseñanzas de mi padre sobre cómo gobernar un reino no consistían en someter al pueblo por la fuerza. Intentaremos convencerlos sin respaldarnos en el poder militar.

- De acuerdo, princesa. – Respondió Serian recuperando la cara seria que tenía antes de intervenir.

Desde que se convirtió en el capitán de la guardia y el ejército del reino, había participado en pocas batallas. Tenía ganas de entrar en combate con alguien más que con sus soldados en un entrenamiento.

Ya le daba igual si se trataba de quienes se oponían a la princesa o de esos monstruos del pueblo oscuro a los que odiaba.

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1 comentario:

  1. ¡Hola! Tengo que ponerme al día, pero tu blog tiene buena pinta :D
    Por cierto, soy ése de la primera fila del concierto de Haru Chan que se lo pasó tan bien que se vino arriba y se puso a pedir tuentis y twitters... te sigo por la segunda red social, pero por la primera no sé qué perfil elegir! ¿Me lo podrías decir por privado de Twitter? ^^
    ¡Un saludo!

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