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lunes, 15 de julio de 2013

La doncella del mar 25

Me da pena Nsra, pero para que la historia tenga sentido tiene que ser así.

Nsra o Nisela... Ahora se sabe que Nsra es Nisela, son la misma persona pero a la vez no lo son... Voy a seguir llamándola con su nombre de sirena, a mi punto de vista tiene más sentido así.

Nsra podía recordar toda su vida como humana.

Su padre, cariñoso con su preciada hija; su madre, siempre estricta pero amable; el niño que durante su infancia había sido como un hermano, el pequeño Ceil; sus amigas de la infancia, con las que siempre había mantenido el contacto.

El día que se perdió en el bosque cuando era niña y el momento en el que vio a sus padres correr hacia ella, aliviados de haberla encontrado; las noches que había pasado con sus amigas hablando de los chicos que les gustaban; el día de su cumpleaños en el que un Ceil adolescente le había regalado un bonito collar, aún seguía guardado en su joyero; la fiesta en la que Ceil le había propuesto matrimonio; su boda; el nacimiento de Leira; el viaje en el barco…

Recordaba todos los eventos pero no podía recordar el miedo mientras estuvo perdida, el alivio de ser encontrada, el cariño por sus amigas, la alegría durante sus cumpleaños, la ligera vergüenza cuando Ceil se declaró y la felicidad cuando se casó y nació Leira.


El único sentimiento de su vida humana que recordaba era el miedo que se había quedado grabado en su cuerpo al ver a su hija caer.

- Posiblemente es porque ese sentimiento es el único que he sentido en los sueños. – Murmuró. – Por eso no puedo recordar ningún sentimiento más.

Continuó nadando, tan inmersa en sus pensamientos que no oyó cómo Nrya y Nhra la llamaban.

- ¡¡Nsra!! – Escuchó al fin. – ¿Casi te chocas con nosotras y aún no nos ves?

- Nrya, Nhra… - Dijo Nsra al darse cuenta de que ambas estaban justo delante suya.

- ¿Qué ha pasado? – Preguntó Nrya. - ¿La Abuela te ha dicho algo?

Nsra observó a la sirena.

Su pelo verde oscuro ondeaba a su alrededor y sus ojos rojizos como los corales la observaban preocupados.

- Nrya… Gracias por salvarme. – Dijo Nsra como única respuesta.



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