La doncella del mar 27

Y de nuevo, cambio de ambientación.

- Leira. – Llamó Jonam desde el otro lado de la puerta. - ¿Está despierta?

El muchacho golpeó un par de veces más a la puerta.

Al no recibir respuesta entró.

Los últimos rayos de sol del día entraban por la cristalera que daba al balcón, tiñendo de color anaranjado la estancia.

La brisa que entraba por la puerta abierta hacía que las cortinas ondearan y que las páginas del libro que Leira tenía al lado fueran pasando.

Jonam se acercó a la cama y se quedó mirando a Leira.

Se había quedado dormida mientras leía historias sobre las sirenas, tirada sobre la cama.


Jonam cerró el libro y lo colocó en su sitio sobre la mesa.

Se acercó de nuevo a Leira y, cariñosamente, le apartó un mechón de pelo que le caía sobre la cara.

La chica se movió y Jonam apartó la mano.

- ¿Jonam? – murmuró Leira aún dormida.

- ¿La he despertado? – Preguntó el muchacho. – Venía a decirle que dentro de poco estará lista la cena.

- ¿Eh? ¿Ya es tan tarde? – Preguntó Leira dándose cuenta del tono anaranjado de la habitación y la escasa luz que entraba por la cristalera. – Me he quedado dormida…

- Debía estar muy cansada, no se despertó cuando le traje la comida. – Dijo mientras señalaba hacia una bandeja con comida que estaba sobre la mesa. - ¿Quiere comer algo ligero antes de la cena o se espera?

- Me esperaré. – Respondió Leira mientras se desperezaba. – No tengo tanta hambre.

Jonam asintió y se dirigió hacia el armario.

- Debería cambiarse de atuendo, el vestido que lleva está manchado de sal. – Dijo mientras abría el armario. - ¿Cuál prefiere?

Leira miró por encima el contenido y eligió un vestido casi al azar.

- El azul oscuro.

Jonam descolgó el vestido azul oscuro, de tirantes anchos y falda hasta las rodillas y se lo acercó a Leira junto a un fino cinturón.

- Jonam…- Dijo Leira mientras miraba hacia el mar. – ¿Tu también crees que mi madre está muerta?


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