Próximas entradas

Biografía de un fantasma Capítulo 3 (parte 1) - 31/10/14
La doncella del mar 36 - Desconocido
Estrellas gemelas 59 - Desconocido
Estrella oscura 2 - Desconocido

viernes, 16 de noviembre de 2012

La doncella del mar 13

No me había fijado en el número del fragmento hasta ahora... 13 el de la mala suerte... ¿tendrá algo que ver con el contenido del fragmento? Qué pregunta más tonta, yo ya sé qué es lo que pasa. ¿Queréis averiguarlo? Tan solo tenéis que leer xD



Bajo la superficie, la joven sirena nadó contra la corriente hacia la joven que se hundía.

El delfín llegó antes, se puso bajo Nisela y la llevó hasta la superficie.

- ¡Nisela! – Exclamó Ceil un poco aliviado al ver cómo la joven volvía a la superficie.

Justo en ese momento llegaron unos de los marineros de la tripulación y, viendo que Nisela estaba inconsciente, comenzaron a organizarse para rescatarla.

De nuevo, una ola sacudió el barco y lanzó a Ceil de espaldas, lejos de la borda, haciendo que perdiera de vista a Nisela.

Cuando recobró el equilibrio y corrió hacia delante, no vio a Nisela por ningún lado.

La sirena vio como la joven se hundía de nuevo.

Esta vez fue ella quien la cogió y la llevó hacia la superficie y, una vez allí, la mantuvo a flote.

No se preocupó por que la viera alguno de los humanos del barco si no que, por el contrario, llamó la atención del joven que miraba el mar, buscando algo, con una expresión de desesperación.

Ceil vio a la sirena.

- ¡Está allí, la tiene la sirena! – Exclamó, señalando al punto en el que se encontraban las chicas.

- ¿Una sirena? – Exclamó uno de los marineros. - ¡Rápido hay que salvarla antes de que la hunda!

La sirena sabía que tenían mala fama entre los humanos, pero aun así intentó decirles que se dieran prisa, que las olas pronto hundirían a la joven a la que sujetaba.

Pero los hombres ni siquiera oyeron la melodía.

Solo la escuchó la pequeña niña que miraba pon una ventanita.

- ¡¡Una ola!! – Gritó Leira intentando advertir a los que se encontraban fuera.

Tampoco la oyeron.

Una ola aún más grande que las demás golpeó el barco, arrastró a algunos marineros e hizo que el resto chocara contra la pared.

- ¿Estáis todos bien? – Preguntó uno de los marineros.

- Sí… - Respondieron los otros cinco marineros.

- ¡Nisela! – Gritó el último hombre.

Pero cuando miró hacia el mar no había ni rastro de Nisela ni de la sirena.

- ¡Nisela! Nisela. Nisela… - Exclamó varias veces sin obtener respuesta.

Los minutos pasaron y poco a poco la tormenta amainó. Seguía sin haber ni rastro de Nisela.

Se dejó caer de rodillas en el suelo, había perdido todas sus fuerzas.

- La sirena… - murmuró. – Ha sido la sirena…

Seis hombres lo escucharon en silencio.

- Debería entrar dentro y calentarse. – Dijo uno de los marineros con voz baja y llena de comprensión.

Anterior          Siguiente

2 comentarios:

  1. Esta vez sí que sabes qué comentar xDD
    Aún no ha terminado la historia, aún queda para dar y tomar... y aún la tengo que escribir...

    ResponderEliminar