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viernes, 30 de noviembre de 2012

La doncella del mar 15

Empezamos con la segunda parte de la doncella del mar.


Había un gran bullicio en los alrededores del puerto.

Era mitad mañana y la gente de la pequeña ciudad daba vueltas por los alrededores del pueblo.

Los pescadores vendían una gran variedad de pescado fresco y marisco y diversos agricultores ofrecían frutas y verduras en sus puestos, un poco más alejados del puerto.

Herreros, artesanos, carniceros y panaderos atendían a sus clientes en sus establecimientos, situados en las calles que llevaban al puerto.

Entre toda aquella gente se movía un muchacho. Avanzaba sin prestar atención al sonido de los martillazos de los herreros, el delicioso olor del pan y los bollos, del jaleo de los compradores y de las voces de los mercaderes que anunciaban su mercancía.

El muchacho, con el pelo de un color casi dorado, avanzaba entre la muchedumbre esquivando a la gente sin disminuir la velocidad.

Sabía exactamente a dónde se dirigía.

***

En una playa cercana al puerto, una muchacha observaba el mar.

Estaba sentada en una roca, rodeada de agua, y observaba las pequeñas olas que se formaban en el mar.

La brisa marina agitaba su pelo anaranjado, pero ella seguía mirando hacia las profundidades del mar, como esperando que algo sucediera.

- Vuestro padre os está buscando. – Dijo una voz detrás de ella.

La chica se giró y miró a los inconfundibles ojos de color azul oscuro, casi morado, del muchacho.

- Ya voy, ya voy. – Respondió la muchacha girándose para mirar una vez más hacia el mar.

- Ya habéis esperado muchos años, - dijo el muchacho. – La señora no va a volver del mar, Leira.

Leira se puso en pie, saltó al agua poco profunda, sintiendo el agua fresca en sus pies y sus tobillos, y corrió hacia la arena.

Se detuvo al llegar hasta el muchacho rubio.

- Volverá, estoy segura. – Dijo sin mirarlo y continuó corriendo hacia su casa.

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4 comentarios:

  1. Porras..... Creía que los había cambiado todos...
    He escrito 3 fragmentos llamando Nisela a Leira... hasta que he nombrado a Nisela y me dí cuenta del fallo... Alguna se me tenía que pasar.

    Arreglado.

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  2. Es lo que pasa cuando crecen de golpe, no te acostumbras a que la niña actúe más mayor xDDD

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  3. Pobre Leira, ha tenido que crecer sin la compañía de su madre. Sniff

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